Morderse las uñas es un transtorno que se presenta de forma transitoria en algunos niños y también puede prolongarse a la etapa adulta. El morderse las uñas está relacionado con la propia agresividad y cuando un niño se muerde las uñas, está pasando por una etapa en la que no se atreve a proyectar hacia fuera su agresividad. Los padres ante esta situación pueden preguntarse en qué medida, con su propia conducta o con su forma de educarlo reprimen o valoran de forma negativa ellos mismos el comportamiento agresivo. Será bueno procurar dar al niño otras vías para manifestar su agresividad sin que se sienta culpable y las Flores de Bach son una buena herramienta para ello. El reconocimiento por parte de los papás de sus propios valores en relación a la agresividad favorecerán la superación de esta problemática en sus hijos. Podemos recordar que los padres no tiene la culpa de los transtornos de los hijos, aunque los transtornos de los hijos reflejan los problemas de los padres