Ir al contenido principal

¿Cómo ayudar a un niño que pierde a un ser querido?

Responder con una pregunta a otra pregunta puede parecer una manera de escabullirse o como se dice habitualmente, de tirar pelotas fuera.  En cambio la razón de que ante la pregunta ¿Cómo ayudar a un niño que pierde a un ser querido?  mi respuesta sea: ¿Cómo llevas tu la pérdida de un ser querido? tiene un significado especial.

Los niños, son primordialmente NIÑOS, pero también sienten, oyen, ven, imaginan, perciben y al igual que los adultos van a pasar también por el dolor de una pérdida,  todavía más si son personas significativas para ellos.

Por ello el cómo el adulto afronte el duelo por la pérdida de un ser querido, va a influir en su bienestar.

Los niños dependen de los adultos y su actitud y cómo afronten éstos el duelo, va a ser muy importante para que el niño resuelva las situaciones ante las pérdidas de sus seres queridos y esto también determinará su capacidad como adulto para gestionar experiencias de pérdidas posteriores.

En el caso de los niños, la edad va a ser determinante en sus reacciones,  su edad y también su momento evolutivo, hay que tener en cuenta que la expresión de los sentimientos en los niños se da también a partir de sus dibujos, de sus juegos y de sus escritos.

El momento evolutivo lo podemos considerar en las siguientes franjas de edad, teniendo en cuenta siempre las peculiaridades de cada niño.

De 0 a 1 años, desconocen el concepto de la muerte, pero perciben perfectamente situaciones de ausencia y presencia.

Entre 1 y 3 años, tampoco tiene significado el concepto de muerte, para ellos es algo temporal y reversible, aunque sí perciben las emociones de las personas que los rodean.

Entre los 4 y 5 años se despierta la curiosidad y aparecen las primera preguntas sobre el tema de la muerte, cuando muere un ser querido lo encuentran a faltar, y pueden sentir rabia hacia la persona fallecida pensando que los han abandonado o sentirse culpables, ya que hay una gran facilidad para entrelazar realidad y fantasía. En esta franja de edad es muy necesario estar atentos a sus preguntas y dejar que participen en las conversaciones familiares.

Entre los 5 y 9 años, los ciclos vitales de los seres vivos ya están incorporados a sus conocimientos en la escuela, saben que la muerte es irreversible y puede aparecer angustia por su propia muerte, la de los papás o de sus familiares más cercanos.

Entre los 10 y 12 años, empiezan a aceptar su propia finitud y empiezan a entender el significado de los rituales y el impacto del dolor por las pérdidas de los seres queridos, la disponibilidad por parte del adulto en estos momentos sigue siendo primordial.

De los 13 a los 18 años, ya entienden plenamente el concepto de universalidad, permanencia e inevitabilidad de la muerte, lo que también conlleva una sensación de amenaza ante sus sueños y sus objetivos.

Algunas de las premisas para tener presentes son las siguientes:

- Que el niño reciba la noticia de una persona que le de seguridad, en un lugar tranquilo y a un ritmo lento

- Hacerlo lo antes posible

- Decir la verdad, no mentir es esencial, aunque sean verdades parciales, en función de la edad del niño. Dar información sobre la muerte, a ser posible antes de que al niño le afecte directamente, aprovechar momentos de la vida cotidiana para hacerlo,  salidas a la naturaleza para explicar los ciclos vitales en los árboles, plantas y en los animales es una buena ocasión para ello. Es importante dejar claro que la muerte es irreversible y no dar falsas expectativas de retorno, la información sincera y precisa es mucho más valiosa.

- No ocultar nuestros propios sentimientos, compartir el dolor, la tristeza y estar cerca de la familia en momentos difíciles une los vínculos familiares, llorar y abrazarse juntos es una necesidad que reconforta y da seguridad. No obstante los padres que han perdido la pareja o algún hijo, no deben mostrar un excesivo dolor frente a los otros hijos si son menores o adolescentes, si los hijos menores o adolescentes ven a los padres desbordados les puede provocar sentimientos de culpa o hacerse responsables de ellos, es importante que los padres tengan capacidad de autoregularse o que busquen ayuda emocional en un ámbito que no sea el familiar.

-  Cuidar nuestras palabras, utilizar la palabra muerte y evitar eufemismo. Puede ser inadecuado utilizar expresiones que a la larga resultan contraproducentes.

- Darles a los niños la oportunidad, si así lo desean de cuidar a los familiares enfermos y después asistir al funeral.

Una vez hechas estas consideraciones puedo responder a la pregunta inicial, ¿Cómo ayudar a un niño que pierde a un ser querido?:

Siendo sinceros, cariñosos, coherentes y estando disponibles


Texto y fotos:
Pilar Vidal Clavería
Terapeuta floral
Counseling integrativo-relacional de duelo y pérdidas

Las informaciones sobre les Flores de Bach que aparecen en los artículos son únicamente de carácter orientativo e informativo. Cada niño necesita un tratamiento individualitzado, que debe ser prescrito por un terapeuta floral acreditado.

Un dolor que no se ve por Aldana Di Costanzo
"TDEx: La infancia es una experiencia que compartimos todas las personas. Pero no todas las personas tuvimos la misma infancia. La charla de Aldana nos lleva a contemplar la infancia desde la ausencia de un ser querido, y a intentar comprender cómo puede elaborar el duelo un niño. Una charla conmovedora, poderosa y trascendente. Para que podamos ampliar nuestra comprensión sobre la profundidad humana"

Entradas populares de este blog

Morderse las uñas

Morderse las uñas es un transtorno que se presenta de forma transitoria en algunos niños y también puede prolongarse a la etapa adulta. El morderse las uñas está relacionado con la propia agresividad y cuando un niño se muerde las uñas, está pasando por una etapa en la que no se atreve a proyectar hacia fuera su agresividad. Los padres ante esta situación pueden preguntarse en qué medida, con su propia conducta o con su forma de educarlo reprimen o valoran de forma negativa ellos mismos el comportamiento agresivo. Será bueno procurar dar al niño otras vías para manifestar su agresividad sin que se sienta culpable y las Flores de Bach son una buena herramienta para ello. El reconocimiento por parte de los papás de sus propios valores en relación a la agresividad favorecerán la superación de esta problemática en  sus hijos. Podemos recordar que los padres no tiene la culpa de los transtornos de los hijos, aunque los transtornos de los hijos reflejan los problemas de los padres

Teoría del apego y Flores de Bach

John Bowlby   y Mary Ainsworth son dos figuras de referencia para entender la denominada teoría del apego. John Bowlby, psicoanalista inglés, que nació en Londres el 26 de febrero de 1907, formuló la teoría de la vinculación (1979-1988). Según John Bowlby, el niño manifiesta el impulso de vinculación con la madre, como una reacción natural de supervivencia, para atender a su necesidad de seguridad y protección . Según Mary Ainsworth , el adulto es la base de seguridad del niño, del que aprenderá a separarse de manera progresiva, en periodos de tiempo cada vez más largos, para así poder explorar y aprender del exterior, retornando a su figura de referencia cuando necesite protección y seguridad. El niño necesita una figura de protección como referencia y si ésta desaparece, reacciona con señales de protesta emocional intensa. Ante la separación,  para intentar restablecerla,  el niño llora, grita, se enfada, patalea. Si consigue restablecer el contacto, el niño

Pipí en la cama

Una de las indicaciones en los niños para la toma de las Flores de Bach , es cuando se hacen pipí en la cama, la enuresis . La utilización del remedio Cherry Plum , en un preparado suele ser habitual, por la supuesta falta de control de los esfínteres y que sería un ejemplo de aplicación de las Flores de Bach desde el punto de vista del Patrón Transpersonal, de Ricardo Orozco . Cherry Plum Es importante de todas formas averiguar cómo se siente el niño ante su situación particular y recordar como nos decía el doctor Bach , que la guía para el tratamiento nos la dará: la forma particular en que afecte a cada pequeño y su estado de ánimo particular . Uno de los puntos a tener en cuenta y que destacan de la lectura de esta entrevista de La Vanguardia,  es el averiguar si existe una disfunción fisiológica, donde esté implicado el tamaño, forma o actividad de la véjiga. Tomando Flores de Bach se han solucionado un número importante de casos tratados de niños con